“Cuatrocientas mil personas marcharon a Plaza de Mayo”, dijeron los medios del Grupo Clarín, y citaron como fuente a los poli-matemáticos de la Policía Metropolitana. En la pelea por la “opinión pública”, el ridículo no tiene límites.
Por las dudas, la pelea por los números la largaron un día antes. “#18F: la Policía Metropolitana estima una convocatoria de casi 300 mil personas”. La lluvia torrencial los debe haber hecho entrar en pánico a los poli-matemáticos de Macri.
Pero la importante multitud que se acercó a la “marcha del silencio”los volvió a envalentonar, al punto de animarlos al ridículo. “260 mil personas” informó la Metropolitana a las 19:30 hs, en el apogeo de la manifestación opositora. “400 mil” dijeron al finalizar el discurso de Julio Piumato. ¡¿Quién da más?!
El dato, que algunos medios no se animaron a reproducir, se convirtió en la fuente y el número que Clarín necesitaba para su pelea por los números y por extender “la impresión de las calles” a la opinión pública más general.
Pero no resiste el menor análisis. Para calcular la cantidad de personas en una manifestación pública, se tienen en cuenta el espacio físico en que esta se desarrolla, y la densidad con que este es ocupado. Profesores de la Universidad de California, en la década del ‘60, fueron los responsables de la modernización del cálculo de multitudes. Tomaban en cuenta las dimensiones del lugar donde ocurrían los hechos. Y también la densidad, bajo los parámetros de “multitud fluida” y “multitud densa”.
Esos parámetros, luego perfeccionados en base a los avances tecnológicos, son los utilizados convencionalmente.
Si uno toma en cuenta la superficie de la Plaza de Mayo que fue ocupada por la marcha del 18F (con los canteros vacíos), las 9 cuadras desde el escenario hasta el punto de inicio en Plaza Lorea, por Avenida de Mayo y las laterales Yrigoyen y Alsina, y tiene en cuenta que el uso de paraguas aleja cualquier posibilidad agolpar 4 personas por metro cuadrado, el número arrojado por la Policía Metropolitana y publicitado por Clarín es absolutamente ridículo.
Un cálculo que desafía no sólo los métodos científicos más actuales, sino principios básicos de la física, desde Pitágoras a Newton.
Un intento de construcción de la realidad del que no escapa el gobierno nacional cada vez que la Policía Federal calcula sus actos oficiales; es cierto.
Pero esta vez el grotesco lo puso en escena Clarín y los agentes de Macri y el Fino Palacios.
Teniendo en cuenta los parámetros y densidad que se pudo ver ayer en la manifestación opositora, la cantidad de personas no puede haber superado las 90 mil, y un número aproximado se podría estimar en las 80 mil.