Donald Trump anunció este miércoles, en un mensaje emitido desde la Casa Blanca, la suspensión de los viajes desde Europa por un periodo de 30 días. La inédita medida trata de frenar la expansión del coronavirus en Estados Unidos.
El presidente justificó la necesidad de dar una respuesta “sin precedentes” ante la “horrible infección”. La restricción solo exceptúa al Reino Unido y también contempla excepciones para ciudadanos estadounidenses que hayan pasado por determinados controles, aunque el mandatario no detallo cuáles. Esta medida se extiende por 30 días, a partir del viernes a la media noche.
El anuncio de Trump incluye medidas económicas extraordinarias, como la dispensa temporal en el pago de impuestos para trabajadores y pequeños negocios o la suspensión de algunos copagos sanitarios.
Esas medidas no alcanzarían si el virus se expande en un país donde al menos 30 millones de personas no tienen cobertura médica de ningún tipo y quienes tienen alguna deben pagar las cuentas por la atención que reciben la mayoría de las veces.
“El virus no tiene ninguna oportunidad con nosotros”, dijo Trump, con el mismo tono triunfalista con el que pocos días antes aseguraba que el virus era una noticia falsa de los medios. “Ningún país está más preparado que el nuestro, tenemos la mejor sanidad y los mejores médicos”, remachó.
"La drástica medida incluye excepciones para aquellos estadounidense que deban retornar y se controle su estado de salud. También afectará al comercio y la carga entre Estados Unidos y Europa, así como “varias otras cosas” a medida que “logremos la aprobación del Congreso”. “Estamos hablando de cualquier cosa que venga de Europa a los Estados Unidos”.
Estados Unidos informó este miércoles que ya son más de 1.000 personas las que han dado positivo por coronavirus. En una docena de territorios, entre ellos Washington DC, la capital, se ha declarado estado de emergencia. Anthony Fauci, director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas, compareció esta mañana en el Capitolio y advirtió que “las cosas empeorarán más de lo que están ahora".
Trump se reunió este miércoles con banqueros de Wall Street para discutir el impacto económico del coronavirus. La Bolsa de Nueva York sufrió este miércoles el desplome más rápido de su historia, tras una sucesión de jornadas turbulentas que provocaron caídas en los índices no vistas desde la crisis financiera de 2008.
El mandatario dijo a los periodistas que estaban evaluando “varias formas de estímulo”. Las medidas que viene anunciando el presidente apuntan a aliviar la carga a los empresarios, mientras millones no tienen ni derecho a licencia médica.
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Varios centros educativos han cerrado sus puertas para dar paso a clases no presenciales. En el Estado de Nueva York es donde se han visto algunas de las medidas más extremas. El gobernador Andrew Cuomo declaró un área de “contención” de un kilómetro y medio alrededor de un foco en New Rochelle, donde se concentran gran parte de los contagiados del país. La Guardia Nacional (similar a la Gendarmería argentina) fue enviada a controlar la zona imponiendo la autoritaria cuarentena.
Otra medida para evitar la propagación es la cancelación de eventos multitudinarios. Nueva York suspendió el desfile anual por el día de San Patricio, por primera vez en sus 258 años de historia, al igual que Boston. Coachella, uno de los festivales de música más famosos del mundo celebrado en California, se aplazó para octubre.
En otros ámbitos se ha optado por celebrar las citas, pero sin público. Eso hará la liga de baloncesto universitario en sus partidos, y también varios programas de televisión. En plena campaña electoral, los candidatos también han tomado medidas. Los demócratas Joe Biden y Bernie Sanders han cancelado sus próximos actos y el debate del domingo en Arizona se celebrará sin asistentes.