La icónica disco resucita a través de la cámara del director Francisco Novick. Post dictadura, bocanada de libertad, rock, heavy metal y las más creativas performances que marcaron a fuego los 80. He aquí su director que habló con La Izquierda Diario
Tras la vuelta a la democracia, en el Bajo de Buenos Aires, surgió un espacio en donde se congregó una parte de la movida under de aquellos años. Paladium, era “lo mejor del Tercer Mundo”, tal como se promocionaba al lugar. Semillero de artistas brillantes, del face paint, antesala del bodypaint.
Por allí pasaron Las Gambas al Ajillo, grupo teatral integrado por Alejandra Flechner, Verónica Llinás, Laura Markert y María José Gabin; Jean François Casanovas y su Caviar; De la Guarda, teatro físico y aéreo . Pero había asistencia perfecta cuando tocaban Los Redondos, abajo del escenario, con Skay Beillinson y el saxo de Willy Crook. La banda presentó Oktubre en ese templo del Bajo y Daniel Melero se presentaba con Los Encargados. Fito Paéz filmó ahí Ciudad de pobre corazones. Paladium y todos los artistas que por allí pasaron, formó parte del “destape”, del lenguaje disruptivo, donde todos convivían luego de haber andado presos y oprimidos tras el fin de la dictadura cívico-militar-eclesiástica.
En diálogo con LID, el director habló sobre las motivaciones de hacer esta película:
“Paladium siempre fue una especie de sombra, un misterio que me acompañaba desde que tengo memoria. Sabía lo mínimo, los datos básicos: que había sido una discoteca clave de los ochenta, que definió una época, que por ahí pasaron todas las grandes bandas argentinas... Y que había sido fundada por un grupo de amigos, entre los que estaba José Luis, mi padre. No sabía mucho más. Yo nací cuando Paladium cerraba, en 1993. No pude vivir ese momento. Mi papá, por su parte, nunca quiso hablar mucho del tema, quizás porque es de esas personas a las que no les gusta revivir el pasado. Cuando tuve edad suficiente para investigar, descubrí que Paladium no solo había sido un lugar histórico, sino que había sido espectacular, realmente único en su especie. Difícil de definir. No era un lugar del reviente como otras discotecas de la época, tampoco era solo un lugar para ver bandas. Se podía bailar. Había performances, cosas que pasaban en paralelo entre el público, todo muy desprejuiciado, muy libre. A medida que me metía en el tema, me di cuenta que no se sabía casi nada sobre la historia de Paladium, y que tanto lo que pasó ahí durante esos pocos años que duró, como la historia de cómo llegó a instalarse un boliche de esas características en el Bajo Porteño, merecían una película. Durante varios años estuve investigando para darle forma al documental. Creo que Paladium es un monumento enterrado de la cultura argentina. Y este proyecto busca hacer lo posible para desenterrarlo.
Y sobre las movidas culturales, agregó: ”Este documental también se podría llamar Argentina, 1986, porque así como Santiago Mitre muestra lo que fue ese momento arduo de juzgar a los militares y genocidas, nuestro documental retrata las noches frenéticas que se vivieron en los albores del retorno de la democracia. Todo eso que había sido reprimido durante muchos años y que se dio en llamar "El Destape", en Paladium se ve muy nítidamente”
Con respecto a este evento, Franciso Novick dijo: ”Cuando pensábamos la película, nos encontramos con que prácticamente no había archivo, y especialmente muy poco archivo audiovisual. Apenas algunos videos en vivo de bandas como Riff, Los Redondos, Los Twist, siempre vistas del escenario y el video de Ciudad de Pobres Corazones de Fito. Casi no se veía el lugar. Así que nos dijimos: si no hay archivo, inventémoslo. Creemos nuestro propio archivo, tengamos buenas imágenes, porque tampoco nos interesa un documental de puras cabezas parlantes. Queremos una película que intente ser tan vital y ágil, como lo era Paladium. Así que nos propusimos hacer la fiesta y filmarla. Y que los participantes se vistan como si fuera 1986, así el material que filmemos parece de la época. Una especie de performance a gran escala, donde cualquiera puede ser parte. Elegimos el C Art Media porque nos parecía que tenía algunos puntos en común con Paladium. Y la reacción de la gente fue una locura. Lanzamos la noticia y se vendieron 100 entradas en el primer día. Esperemos que sea una fiesta espectacular. Vamos a reconstruir parte de la escenografía de Paladium. Y van a estar los DJs históricos de Paladium con los vinilos y la música de ese momento. También habrá artistas invitados, que aún no podemos anunciar, tendremos algunas sorpresas. Y nuestra idea es cruzar generaciones: la de mis viejos y sus amigos, los artistas de aquella época pero también de la gente joven, todos aquellos que no llegamos a vivirlo. Queremos sentir un atisbo de lo que fue Paladium. Si logramos eso, vamos a estar satisfechos."
El 18 de de marzo, por una noche, revive Paladium, la cita será en el Complejo Art Media a las 22 y para las personas que quieran asistir, las entradas están disponibles a través de Passline
El anuncio llegó por parte de la producción de la película, dejando en claro que el evento es un evento performático y no una fiesta de disfraces, a pesar de que se indica que los asistentes deberán ir vestidos acorde a la moda de 1986. "Músicos en vivo, invitados especiales, DJs históricos y nuevas promesas. Si viviste Paladium, no hay nada que explicar. Si sos demasiado joven para conocerlo, tenés una (última) oportunidad", explicó la organización.