La Plata: el Anexo de la Secundaria N°77 de Olmos cerró sus puertas por pérdidas de gas
A los masivos reclamos estudiantiles en defensa de la Educación Pública se suman las escuelas de los barrios periféricos de la Ciudad. Alumnos se organizan para exigir mejoras edilicias y enfrentan “el discurso de la subestimación de la juventud”.
Domingo 19 de agosto de 2018 | 21:52
El pasado 2 de agosto fallecieron dos trabajadores de Educación (Sandra Calamano, vicedirectora y Rubén Orlando Rodríguez, portero de la institución), a causa de una fuerte explosión de gas en la sala de profesores de la primaria N º 49 de Moreno. A partir de ese momento, la comunidad educativa de diversas instituciones provinciales de los niveles primario, secundario, terciario y universitario, empezaron a manifestarse contra las reformas (anti)educativas que impulsa el gobierno y en repudio total ante este crimen social que pudo ser evitado.
Frente a estos acontecimientos miles de alumnos se pusieron a la cabeza de la lucha en defensa de la Educación Pública, denunciando las diversas problemáticas que existen dentro de sus respectivas instituciones escolares. Día a día tiene que lidiar con problemas como fugas de gas, cables de electricidad sueltos, filtraciones de humedad, aulas en peligro de derrumbe, escasos materiales para el uso educativo e innumerables problemas que afectan no solo a los alumnos, sino también a los docentes tanto en su desempeño, como en su salud.
Este es el caso de la EES N º 77 ANEXO, ubicado en Olmos, donde hace más de un mes y medio se viene reclamando el arreglo inmediato del sistema de gas, cuando se empezó a detectar que las pérdidas afectaban a los alumnos y docentes tanto de primaria como secundaria, presentando síntomas como mareos, náuseas, dolores de cabeza y niveles de presión baja.
Frente a esta situación, que se suma al mal estado en el cual se encuentra el establecimiento en relación a las condiciones edilicias, y al no obtener una respuesta ante los reclamos, los directivos tomaron la decisión de suspender las clases por tiempo indeterminado hasta que este problema sea solucionado.
Este colegio se suma a los muchos otros que se encuentran sin clases en la región, debido a la falta de presupuesto: sólo durante 2017 se pagaron $60 mil millones de dólares de deuda externa, mientras que sólo el 6,8 % del PBI se destina a Educación, y el presupuesto total de la Provincia para la formación docente fue de $200 millones. En los barrios periféricos de la Ciudad lo importante es hacerse oír, por eso la unidad entre docentes y estudiantes es fundamental.
Son los secundarios los que se ponen a la cabeza de esta lucha, aunque se los subestime por su juventud y sean llamados “inmaduros”, ellos son los que bancan a los trabajadores en cada movilización, como fue en Astillero, los que llenaron la plaza del Congreso para reclamar por el derecho a la Interrupción Voluntaria del Embarazo, los que exigen por Educación Sexual Integral, los que dicen “No al ajuste, basta de despidos, no a la reforma (anti) educativa de Vidal y Macri”, y los que exigen que lo que pasó en Moreno no vuelva a ocurrir, se organizan para pelear contra todas aquellas imposiciones del Estado que explota y oprime día a día a la clase trabajadora y al pueblo pobre.
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