El arte vuelve a estar en las calles, junto a las luchas de los trabajadores, retomando su tradición más disruptiva.
Las patronales yanquis quieren dejar a más de 200 familias en las calles de la autopartista Lear y a 400 familias de la gráfica Donnelley. Sin embargo, la respuesta obrera y popular no se hizo esperar. Haciéndole frente a los buitres que sobrevuelan en la zona norte del Gran Buenos Aires, los trabajadores se organizan contra los despidos pese a la represión de Cristina y de la gendarmería de Berni; y junto a ellos, los estudiantes y artistas se hicieron presente.
El 15 y 20 de Agosto, los centros de estudiantes de la UBA junto a estudiantes de artes del IUNA, se movilizaron a la Cámara de Comercio de los Estados Unidos para repudiar a estas empresas buitres. En estas manifestaciones, los jóvenes desplegaron mucha creatividad, tomando los reclamos como propios. Con carteles coloridos y globos, denunciaban “familias en las calles nunca más”; “yankis go home”. Muñecos de buitres enormes representando a las aves de rapiña del imperialismo, mientras se tiraban al piso representando como estas empresas tiran a las familias obreras a las calles. El miércoles 20, la movida arrancó desde temprano, las 7 de la mañana con el lema “No al campo de concentración en Lear”. En esta fábrica, el SMATA con Pignanelli a la cabeza busca destituir ilegalmente a los delegados con aprietes y amenazas: la fábrica se encuentra completamente militarizada con la guardia de infantería de la Bonaerense, cámaras de seguridad, para amedrentar a los trabajadores (se podría poner link). Mediante una divertida performance, los estudiantes montaron un verdadero campo de concentración, con un alambrado enorme, y representando a los burócratas del SMATA con pecheras verdes y armas de juguete, mientras los trabajadores fueron representados como presos. Las bocas selladas con códigos de barra, cadenas en los pies, y la burocracia actuando en conjunto con los buitres y el imperialismo. El viernes 22 por la tarde, la performance se volvió a re-editar en el marco de una importante marcha donde confluyeron los trabajadores de Lear, Donnelley y de Shell,Honda y Calsa de la zona sur.
El arte vuelve a estar en las calles, junto a las luchas de los trabajadores, retomando su tradición más disruptiva. Como lo vimos en el 2001 al calor de la crisis, donde los grupos de arte y política estuvieron junto a las fábricas recuperadas, hoy, la historia se repite: el arte ocupando un gran papel en la difusión de la lucha de los trabajadores.
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