Hoy Martes 9 de Junio, trabajadores de San Francisco y de Nueva York realizan paro laboral en honor a George Floyd. Este primer paro es un paso importante en la unidad de los trabajadores sindicalizados y los que luchan contra el racismo.
Cuatro secciones de la International Longshore and Warehouse Union (ILWU, Unión Internacional de Portuarios y Trabajadores de Depósito, NdelT) se unieron con una sección de los Teamsters (Sindicato de Camioneros, NdelT) y anunciaron un paro para este martes en solidaridad con las y los manifestantes que salen a las calles por el asesinato de George Floyd en manos de la policía. El paro y vigilia coincidirán con el funeral de George Floyd en la ciudad de Houston.
La ILWU y Camioneros organizan, entre otros, a trabajadores del subte de Nueva York y a portuarios a lo largo y ancho del país. Si bien esta acción no es una huelga sino un paro temporal, no deja de ser un avance importante y una muestra poderosa de la solidaridad entre trabajadores y quienes toman las calles contra la violencia policial.
Estas muestras de solidaridad con luchas de otros sectores no es nueva para la ILWU. La sección 10 cerró los puertos y marchó en respuesta al asesinato de Oscar Grant en manos de la policía en 2010. En 2008, múltiples secciones organizaron una huelga en contra de la guerra de Irak, derrotando la interferencia de la burocracia sindical para hacerlo. Son muestras de solidaridad que reflejan el lema de la ILWU: “si tocan a uno, nos tocan a todos”.
Desde el inicio de las revueltas que se están dando en EE.UU, múltiples sindicatos han manifestado su apoyo, pero este anuncio de paro es algo nuevo y muy destacable. Trabajadores de diferentes sindicatos y ciudades se unen para impulsar una acción de unidad y solidaridad. Es un primer paso en la unión entre trabajadores organizados y la lucha contra el racismo.
Las y los manifestantes han ganado grandes concesiones en las calles, pero para ir por más, debemos atacar al corazón de la producción capitalista.
Hace pocos días, el presidente de la AFL-CIO, la central obrera más grande del país, salió en defensa de los sindicatos de policías, que son los principales defensores de los policías racistas y asesinos. De esta manera queda demostrado que las burocracias sindicales están perfectamente dispuestas a hacer declaraciones de apoyo hacia las revueltas sociales, pero sin hacer nada para apoyarlas realmente.
Los trabajadores y los que luchan contra el racismo deben inspirarse con el compromiso de los trabajadores de la ILWU para con la lucha de las y los más oprimidos durante décadas, y exigirle a los sindicatos que tomen medidas concretas para apoyar la lucha por la vida de negros, latinos e inmigrantes, por la lucha del #BlackLivesMatter.
Los sindicatos deben hacer huelgas, movilizar a sus afiliados, oponerse a cualqueir colaboración con la policía (lo cual implica expulsarlos de las federaciones) y compartir todos sus recursos con el movimiento.
El racismo es una herramienta del capitalismo para dividir a la clase obrera. Al tomar en sus manos las demandas de los oprimidos, los trabajadores pueden mostrar una solidaridad real y también elevar la conciencia de la clase. El paro del hoy es clave para unir la lucha contra la opresión capitalista con la lucha contra la opresión racista.
Unir ambas luchas es lo que necesita este movimiento para crecer y conquistar un mundo libre de opresión y explotación.