En varios partidos de la segunda división, donde juega actualmente el Betis, su barra brava profirió cantitos de aliento al delantero Rubén Castro, quien fue denunciado cuatro veces por su ex pareja por maltratos y golpes. Brutal reivindicación de la violencia de género que escandaliza al fútbol ibérico.
La Izquierda Diario // Agencias